martes, 29 de julio de 2008

Excusas sinceras

Cada vez que suspendo una actividad o falto al trabajo porque estoy enfermo, presiento que van a desconfiar de mí. Que van a pensar que en realidad es una mera excusa y que no tengo ningún malestar. Por eso, cuando me reincorporo, me gusta tener algún vestigio de mi enfermedad y mostrarlo al máximo, para entonces curar todo tipo de dudas.

1 comentario:

Lorena Frost dijo...

De última tirate al piso y hacete el desmayado, eso no falla!