miércoles, 31 de diciembre de 2008

Sesión 31: "Una errónea percepción"

"Cada vez que veo a una persona cualquiera con una desgracia, siento que esa persona va a pensar que es mi culpa", le dije, y en torno a esa premisa se desarrolló la consulta.

- ¿Y vos qué tenés que ver con esa persona que padece una desgracia?

- Nada.

- ¿Y por qué esa persona va a pensar que es tu culpa?

- No sé... Tal vez por que a mí no me pasa. Por momentos creo que es culpa mía por el sólo hecho de haber nacido.

De repente, el aire acondicionado que estaba funcionando dentro del consultorio se detuvo con un extraño ruido, similar al de un animal herido. La psicóloga me miró fijo y yo, como atajándome de la situación, solo atiné a decir:

- Tal vez, una fase haya entrado en corto, es muy común en estas épocas de calor... la infraestructura de la red eléctrica suele no dar abasto...

- Esto nunca sucedió -me dijo-. Tal vez sea tu cul... tu hipótesis, claro. De todas formas, creo que es importante que te desligues de sentir responsabilidades en cosas que te son ajenas. Insisto, creo que tenés que quererte un poco más.

- No puedo, cuando me halagan me siento incómodo, no lo puedo sostener, no sé qué decir, me siento en deuda con esa persona y me da más culpa. Y si encima la persona que me halaga tiene una desgracia, ahí me siento doblemente culpable, directamente me quiero morir.

- Es extraño lo que te pasa.

- ¿Qué de todo?

- Que alguien te halague. Quiero decir, ¿Vos tenés alguna noción de la realidad? -dijo como corrigiéndose-.

- A veces siento que tengo una percepción errónea de la realidad, que suelo percibir las cosas para mal. Al punto que no sé si las cosas malas que me suceden son un decreto de mi mente o si en cambio soy poseedor de un sexto sentido que vislumbra de manera objetiva y pasiva un futuro que luego se concreta.

Quedé perplejo por mi espontánea declaración. Luego, permanecimos unos segundos en silencio, hasta que exclamé como un suspiro.

- Ya me siento aliviado. Toda esta reflexión me ayudó a alejar mis percepciones pesimistas y mi visión negativa de la realidad. Hasta hoy estuve únicamente percibiendo todo para mal y ahora sé que estaba equivocado.

- Claro... No era percepción errónea, sino, la cruda realidad.

- No entiendo, ud. me está diciendo que mi realidad es lamentable...

- Quedate tranquilo, no es tu culpa.

2 comentarios:

Carolina Wajnerman dijo...

Cuando leía esta sesión se me cayó el vaso de agua en el escritorio. Debe ser tu culpa.

Lorena Frost dijo...

Cuando el otro día quisimos juagr a la wii y no funcionaba nada, fue tu culpa. Hasta que descubrimos que eran las pilas. Pero seguramente tu presencia hizo consumir más rápido la vida de la pila.