miércoles, 24 de noviembre de 2010

Memories Book

Al reencontrarme con un viejo amigo, o persona que alguna vez conocí, le pido el Facebook... Sólo para tenerlo ahí, a mi alcance, de compañía, de portarretrato, casi de mascota.
Tenerlo ahí me da la tranquilidad de que viví, por más que no me acuerde bien, es la prueba concreta de que en mi vida pasaron cosas, como por ejemplo, alguna vez, por equis motivo, conocí a esa persona.
Tal vez, lo vea en el chat de facebook y ni lo salude, pero sé que lo tengo ahí, encerrado como pieza de museo, no se va a escapar, y de ese modo, mis recuerdos tampoco.

No hay comentarios.: