viernes, 19 de febrero de 2010

Un volantero de raza (o volanteando, un perro)

Cuando yo empecé a hacer Stand Up, mi primer contacto con el público era mientras volanteaba para la obra. Esto tenía una doble sorpresa, yo conocía al espectador en su estado natural, y al empezar la función, el espectador se llevaba la sorpresa de enterarse que el actor era, en realidad, el volantero.

El hecho tan simple de que te agarren el volante, resulta todo un logro, y el hecho de ver luego ese mismo volante en el piso, es toda una frustración (mucho más si tiene la huella de una suela arriba).

Aprendí a respetar a los volanteros, hay que ser fuerte para soportar que la gente ni te mire o te trate de esquivar, como si uno les quisiera hacer algo malo (bueno, eso depende de la obra que uno esté volanteando, pero no tienen porqué saberlo de antemano).

También hay que soportar que te mientan, no lo agarran y te dicen: "Ya la vi esa".

¿Ya la viste? -pienso- ¿y no me reconocés a mí que era el actor?

En la desesperación de querer meter gente como sea, como si cada persona que comprara fuera como meter un gol, una de las anécdotas que más recuerdo fue la siguiente:

Se me acerca uno y pregunta: ¿Me harías 2x1?.

Le hice 2x1.

Luego me pregunta: ¿cuánto sale la entrada?

- Con el 2x1, te sale 30 pesos y pasan los dos.

- Ah... tengo 20.

Bueno, -le dije-. Ahí saqué de mi bolsillo 10 pesos y se los di. Lo que nunca supe fue si realmente fue a ver la obra.


En otra situación una pareja se me acerca para preguntarme sobre la obra, y un volantero sabe que cada persona que pregunta, es un potencial espectador, por lo que no se puede cometer el pecado de perderlo.

Pareja:- ¿El show está bueno?

Yo:- Sí, es muy divertido. Muy.

Pareja:- Ah, y ¿hasta qué hora dura? porque tenemos un compromiso a las 22.30hs.

Yo:- No, no creo que haya problema, la obra termina a las 22, 22.10, más tardar.

Pareja:- Ah, bien. Cómo es la sala, ¿hay aire acondicionado?

Yo:- Sí, hay aire, es con mesitas, tipo café concert, además adentro es bar, se pueden tomar unas cervecitas...

Ahí la pareja se mira entre sí, como si hubiera dicho un tabú de profundo dolor en la historia de esa relación. Luego la mujer, haciendo un "NO" con la cabeza, mezcla de mirada asesina y de grito que no termina de explotar, me dijo:

- Él es alcohólico recuperado (en referencia a su pareja). Y se fueron.


En otra oportunidad, una señora con su hijita, una nenita de 5 años, me pregunta:

- ¿Pueden ir chicos a la obra? Por el tema del lenguaje pregunto.

- Mmmm, Eh... Sí, es apta para todo público.

Con eso simple los convencí y entraron a la sala, sin poder evitar dejar de sentirme responsable por cualquier imprevisto.

Abrió el show el Presentador haciendo un chiste de que se "garchaban a un marciano". Por un momento temblé y sufrí por la nenita de 5 años en primera fila, pero después reflexioné y me quedé tranquilo, porque lo nenes hoy por hoy y a tan corta edad, no saben lo que es un marciano.

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