domingo, 6 de abril de 2008

En vivo, tiene otro encanto

Cuando pasan una de mis canciones preferidas por la radio, me da culpa no escucharla.
Sé que tengo el CD con esa canción puesta en el reproductor y que la puedo escuchar cuando se me antoje. Pero ahora está sonando en la radio, tengo justificar que estoy ahí y que justo la están pasando.
Ya casi es un trámite, una obsesión. Es más, creo que ni siquiera tengo ganas de escucharla en ese momento, pero hay que cumplir con la conciencia, es la canción que me gusta tengo que aprovechar. Pero bueno, que termine de una vez. Tengo cosas que hacer.

Lo mismo se aplica a esa película que están pasando por TV, (el ejemplo más claro es "Volver al futuro") la miro idiotizado sin querer perderme nada, como si fuera mi única oportunidad, aunque curiosamente la película la tenga comprada en DVD, y encima, encima del televisor.

2 comentarios:

Judy dijo...

jajaj es totalmente asi
Mas de una vez me he encontrado en esa situacion, mirando esos videos o peliculas o escuchando esas canciones "interminables", los / las cuales no podia dejar de mirar / oir, por el cargo de conciencia que me generaria no hacerlo...y mi mente rezando por que todo termine de una vez
La hija de la luna

Anónimo dijo...

yo soy de esas, fanáticas de lo repetido hasta el hartazgo, cuanto más veces veo la película, más incondicionalidad siento que debo otorgarle, con la música de la radio no tanto, me permito más el zapping...