De hecho cuando estoy por cambiar de página nunca lo hago de manera brusca, sino que lo realizo lentamente para que la persona que sigue con su vista mi texto, se prepare y sepa que voy a cambiar, para no cortarle de repente su narrador interno.
En cambio, cuando me toca a mí estar en el lugar de leer lo ajeno, me pasan de hoja justo en la mejor parte y no les importa nada de mí.
2 comentarios:
No hay vez que lea tus comentarios...en que no se me dibuje una sonrisa...
Me encantas! Gracias por hacerme recordar cosas lindas...de la vida...y que hacen q uno se regocije con su interior...
La hija de la luna
jaja muy muy bueno!!
Igual yo no leo lo de los demás. Sólo me fijo si el libro está en inglés o en castellano.
Está mal?
Publicar un comentario