Cuando voy a comprar algo que ya lo tengo súper decidido, hago preguntas obvias como para que el vendedor me convenza aún más, y alimentar durante ese lapso pre-compra, el ego de mi decisión.
- ¿Es buena esta impresora, no?
- No, no es buena. Yo estoy acá justamente para advertirle a las personas que no mal gasten el dinero. Prefiero ser honesto y no vender, antes que perjudicar a la gente, total yo no vivo de esto, soy un filántropo millonario y en mis ratos libres vengo a esta tienda para hacerle un bien a la sociedad.
- Ay, no! ¿Tan mala es? Es decir, ¿ni siquiera imprime?
- Imprimir sí, imprime.
- Bueno, la llevo.
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