lunes, 24 de noviembre de 2008

Sesión 29: "Panóptico 5 estrellas"

La sesión siguiente a mi regreso del viaje, quise dedicarla a contarle sobre el hotel donde me hospedaron y sobre el nuevo trauma que descubrí al respecto. No pude evitar sentirme observado en cada instante. Llegué a un punto de desesperación en el que me sentía un fugitivo tratando de huir de esas miradas anónimas que me pesaban en la nuca.
Al empezar la sesión, tuve el presentimiento de que ella me iba a entender y ayudar, e incluso su comprensión fue mayor a la esperada.

- Contame de tu viaje...

- El hotel era 5 estrellas, de esos con señores de galera en la entrada que te abren la puerta del auto. Habitaciones amplias, con aire acondicionado central, televisor de plasma, jacuzzi y ducha escocesa incorporada en el baño, spa, sauna, gimnasio, business center y había salmón en el desayuno.

- Entonces, ¿bien?

- La verdad que yo no pido más que eso, me sé conformar.

- Entonces ningún problema. ¿Lo dejamos acá?

- ¿Cómo lo dejamos acá? Claro que hubo problemas, fue una experiencia terrible, no paré de sentirme observado. En el hotel cámaras por todas partes. Al salir de la habitación, en los pasillos, cada cinco pasos, en cualquier rincón una cámara, me sentía sospechoso de estar saliendo en vivo por esos monitores en blanco y negro de los servicios de seguridad internos, tenía miedo de que me llevaran detenido.

- Claro, no es fácil. Te hubieras quedado en la habitación.

- Lo intenté, pero fue peor. Siempre que voy a un hotel siento que en la habitación me están filmando. De hecho, me fijo si en el techo hay alguna cámara escondida y desconfío profundamente de los detectores de humo, ya que para mí, en realidad, además de detectar el humo, filman, ya que no les cuesta nada tener 2 funciones.

- Pero vos sos muy ingenuo.

- Es lo que siento, no lo puedo evitar. Siento que me están filmando desnudo o en situaciones muy íntimas.

- Por eso te digo, sos muy ingenuo.

- Ya lo sé, ¿Pero qué quiere que haga?

- Que no seas ingenuo! Que estés siempre vestido... te bañes en malla, al cambiarte cubrite con una toalla y tené mucho cuidado, ni se te ocurra llevártela.

3 comentarios:

Tefilina dijo...

jojojo, muy orwelliano...

A mi me da la impresión que hay cámaras detrás de los espejos de los ascensores... en todos...

Hernán Heyman dijo...

Coincido con esta paranoia hotelística cual Truman Show.

Yo miro también en todas las rejillas de ventilación, me fijo que detrás de los espejos no haya algún hueco donde puedan alojar una cámara y si el espejo está fijo a la pared lo golpeo para sentir si hay algún espacio hueco. Mi peor pesadilla sería que detrás del espejo haya una Cámara Gesell.

También desconfío de las rejillas de desagüe de la ducha.

Anónimo dijo...

En su libro "No se cubra, descúbrase", el psicólogo Edmund Froi dice "... cubrirse no tiene nada de malo. Siempre y cuando la mente no se cubra de nubes, no se cubra de tormentas y mucho menos que OSDE no le cubra la sesión".

Por lo pronto, la mejor terapia contra el espejobia (fobia a los espejos) es internarse en el "Laberito de los espejos" del Parque de la Costa durante 37 horas.

Me retiro con una reflexión: "la espejobia ¿no es un temor a verse a uno mismo?". Piénselo

Hasta la próxima

Max