miércoles, 31 de diciembre de 2008

Sesión 32: "Una duda en el haber"

Le comenté a la psicóloga que mi sueño sería poder vivir de lo que me gusta. Poder desarrollar y trabajar de esa actividad que uno siente que lleva, metafóricamente, en la sangre. De esa manera, empecé la sesión diciéndole:

- Lamento mucho... Lamento mucho...

- ¿Qué lamentás mucho? -me preguntó la psicóloga-.

- Lamento mucho no haber nacido con vocación de contador. Sería lo máximo. Nacés con vocación de contador y safás! Es lo mejor del mundo! ¿Entiende lo que digo? -le dije exaltado, con los ojos desorbitados y fuera de mi-.

- No sé a qué te referís.

- Imagínese: tu vocación es algo totalmente alcanzable, rutinario, monótono, solitario, entre números, con una calculadora, solo, tranquilo, haciendo la tuya, sin que nadie te moleste. Admiro a las personas que nacieron con vocación de contador. Las admiro! ¿Por qué no me pasó a mí?

- Bueno, tranquilo. Calmate por favor. Estás muy acelerado y hablás que pareciera que tenés todas las respuestas de la humanidad.

- Las tengo... sólo me falta encontrar las preguntas adecuadas.

- ¿Y tenés miedo de fracasar?

- Sí, le tengo miedo al fracaso.

- Entonces esforzate por triunfar.

- También le tengo miedo al éxito.

- A ver... ¿Qué es lo que querés?

- Es simple, yo sólo quiero vivir de lo que me gusta...

- ¿Y qué te gusta?

- Ese es el problema, en este caso me falta saber qué es.

- Es el problema universal: encontrar y desarrollarse en lo que a uno le gusta.

- Sí, problema que los contadores no tienen. Qué bueno llevar la contaduría en la sangre. Contaduría como pasión. Ir por la calle con una remera que diga: "I Love contaduría". Ir a comer afuera y saber cuánto te va a salir la cena antes de pedir la cuenta. No sé, tantas cosas...

- Bueno, contador sabés que no sos. Entonces, a partir de ahí deberías pensar o fijarte qué es lo que sí querés para vos y no mirar tanto la vereda de enfrente. ¿Qué es lo que buscás vos?

- Yo busco la búsqueda. Soy una búsqueda constante. Nunca estoy seguro de nada, de eso estoy seguro. Dudo todo el tiempo. Dudo de la duda. Creo que la duda da lugar a la posibilidad. Creo que la duda es flexible, es abierta. Pero la certeza puede ser más efectiva para cumplir las metas... La certeza mira hacia adelante, la duda hacia los costados, y... -finalmente me quedé pensativo-.

- ¿Y qué?

- Ser contador sería lo máximo..., creo.

- Bueno, eso ya lo superamos. No lo sos. Volvamos a la búsqueda, volvamos a la duda. No es tan malo dudar. Los filósofos y los grandes pensadores de la historia no eran personas con certezas claras, sino todo lo contrario. Con esto quiero que entiendas que "La duda, es la sal de la inteligencia".

- Entonces no puedo así, me voy a morir.

- ¿Por qué decís una cosa así?

- Porque soy hipertenso.

- Ay... me cansé. La verdad, tenés razón. Yo también lamento no haber sido contadora.

5 comentarios:

Lorena Frost dijo...

Pobres los dos.
PD: Con cariño como siempre!

Anónimo dijo...

genial
simplemente genial

la hija de la luna

Javi dijo...

Desopilante e hilarante como siempre...
Che, Andi, hace un par de semanas escuché tu programa de radio, te mandé un mail y todo...
Actualicé mi blog, pasate cuando quieras.

Un abrazo y genial 2009!

Tefilina dijo...

jajajajaj! alucinante!
Ahora entiendo el porqué de tantos mambos... nunca fui buena en matemática...

Anónimo dijo...

Excelente, tanta depresión ajena me hace sentir mucho mas vivo.
Gracias por tanta magia...

"Alberto no nos mintió"